En la actualidad, contemplamos de cerca los cambios climáticos gracias a los medios de comunicación masiva, incluso no sólo los miramos, sino ya es posible prever algunas de sus consecuencias con algo de anticipación, como duración, fuerza, tamaño, etc., en virtud al desarrollo de la ciencia moderna.
Estas observaciones, nos ofrecen la perspectiva de la temperatura en todo el mundo y sus graves consecuencias, como lo sucedido con el Huracán Katrina en Nuevo Orleans, o el sismo que dejó doscientos mil muertos en Haití y la ciudad desecha y en el caos, que sólo la novela de José Saramago, El Ensayo sobre la Ceguera podría describir claramente, o lo sucedido en Chile, donde ya suman más de 450 muertos, aunque las cifras hayan sido disminuidas por el Gobierno de un día a otro, sin justificación alguna.
Aquí en México, por las lluvias de febrero, se desbordó una presa; inundando algunas colonias, en el Estado de México, en particular en Chalco y otra, en el Distrito federal, en la colonia el Arenal.
La respuesta de las autoridades a éste hecho, fue inmediata, pronto los medios de comunicación nos mostraron a los gobernantes, tanto del Estado de México como del Distrito Federal, sacándose fotos y prometiendo cambios y seguridad a los afectados.
Por lo antes expuesto, es importante seguir los acontecimientos de estos últimos hechos narrados, y saber cómo solucionan los respectivos gobernantes,(ambos presidenciables para el 2012) e ir haciéndonos una idea general sobre estos, de tal forma podremos ir definiendo nuestro voto, de hacerlo respaldará nuestra decisión como sociedad, en algo que ninguna nación está exenta de sufrir: desastres naturales.
De su proceder para solucionar las contingencias, es el modo en que los ciudadanos podremos darnos cuenta de la personalidad y gobernabilidad; en pocas palabras, de lo que están hechos quienes tienen el Poder, si pueden responder a las necesidades de la sociedad, como dicen por ahí: “en actos públicos se notan los actos privados”.
Para concluir, sobra decir que con base en estos, desafortunados, hechos y resultados, no con discursos de campaña, veremos a escala, lo que harían dichos mandatarios llegado el momento (ojalá nunca pase), y es que en situaciones tan difíciles, es cuando como población quedaremos muy arrepentidos de no haber hecho ni dicho nada, porque necesitaremos resultados inmediatos, buscaremos culpables; los cuales por supuesto nunca aparecerán. Entonces ahora que no se diga, que no tuvimos la oportunidad de elegir a nuestros representantes, ni quién nos ayudara a observar.
Alejandro Quiñones Salazar